Año nuevo, vida nueva
- La Fundamentalista de la Cocina
- 22 dic 2016
- 6 Min. de lectura
Se acerca fin de año y sus balances, pero también ante la inminente llegada de un año nuevo, uno empieza a preguntarse qué objetivos quiere lograr, qué cosas quiere cambiar. Mi propuesta es que se propongan organizarse en la cocina, porque una cocina ordenada ayuda a poder cocinar mejor, saber qué ingredientes tenemos a mano y poder "sacar de la galera" una comida salvadora.
Nunca fui excesivamente ordenada, hasta que me vi limitada por el espacio físico de un departamento, donde no se puede dejar todo desparramado porque uno termina pateando algo o sintiéndose rehén de los objetos que lo rodean. Con esfuerzo y autodeterminación logré cambiar y convertirme en una persona muy ordenada. No les voy a contar cómo organizar el placard, porque no tiene nada que ver con este blog, pero sí les puedo contar cómo hacer que la cocina sea un lugar donde siempre sepan qué tienen y donde los alimentos se conserven en buen estado (sin ponerse húmedos, embicharse o echarse a perder).
Para convertirme en una cocinera ordenada acudí a varias fuentes de lectura e inspiración:
- Artículos sobre organización de la cocina
- Fotos de revistas de decoración
- El famoso libro de Kon Mari (no es la gran cosa, pero si les interesa, no está mal para tomar impulso)
- El sitio web de Ikea
Pasos que seguí:
1- Tirar-Reciclar-Regalar-Reutilizar
Para llevar a cabo mi proyecto empecé por una limpieza a fondo. Tiré, reciclé, regalé o reutilicé todos los artículos de bazar y ollas que encontré en mi cocina que no usaba o no necesitaba. Tiré más de un boluobjeto de cocina que no servía para nada (como por ejemplo el típico muñequito que ralla pero que tiene un rallador sin filo inútil pero que seguía en el cajón porque era regalo de nosequién para nosequé evento), analicé bien las ollas y me deshice de las que estaban muy gastadas o que no usaba y ocupaban mucho lugar. Regalé una copetinera inútil que era muy molesta para guardarla y que se usaba demasiado poco porque tenía unos compartimientos chiquitos que hacían que las picadas servidas ahí parecieran miserables. Y así fuí evaluando lo que había en las alacenas para dejar solamente lo que realmente hacía falta.
Hice un control de existencias de la alacena y la heladera. Tiré todos los aderezos vencidos, los condimentos en polvo que ya no recordaba cuando había comprado, lavé todos los frascos contenedores y anoté lo que tenía que reponer.
2- Elegir un sistema y trasvasar los ingredientes
Pueden comprar frascos carísimos de diseño o pueden gastar cero pesos, y reutilizar frascos de algo que consuman siempre. Lo que cambia es cuán instantáneo van a tener todo ordenado.
Los que dispongan de un presupuesto holgado pueden ir a derrochar a un bazar lindo, o ir de excursión a la zona de calle Jujuy en Buenos Aires, donde están todos los bazares gastronómicos.
Otra opción, para los que tienen consciencia ecológica o no quieren gastar tanto, como en mi caso, es ir de a poco, lo importante es ser constante con la elección de un sistema. Visualmente es muy relajante que todos los contenedores sean del mismo tipo y una etiqueta linda puede hacer que el frasco más común sea un primor.
Para guardar harina, azúcar, fideos, cereales, sal, fécula de maíz, arroces y demás productos de ese tipo elegí unos contenedores en Jumbo y de a poco fui comprando un par cada vez que iba, hasta llegar a la situación actual en la que tengo la alacena toda organizada con estos "tupper" de la misma línea. Lo bueno de que sean todos iguales es que son apilables y encastrables. Elegí cuadrados porque me parece que se aprovecha mejor el espacio.
Para los condimentos en polvo reutilizo los frascos de alcaparras o los de yogur Dahi (elijan su propia aventura o frasco). Para dulces reutilizo los frascos de las mermeladas Bonne Maman. La conversión fue de a poco. Una vez que me decidí y elegí qué frasco usar, se convirtió en un momento alegre terminar el frasco, lavarlo y convertirlo en un recipiente para un condimento con el agregado de etiquetas lindas. Al principio usé etiquetas que imprimía en papel autoadhesivo. Descargué varias plantillas de Internet porque soy inútil en diseño gráfico, pero si se dan maña es un lindo proyecto hacer las etiquetas a gusto. Eso sí, ojo que si usan papel autoadhesivo común cuando se mojan, se arruinan. Después descubrí que todavía se vendían las etiquetadoras en sobrerelieve y adquirí una maquinita con la que rotulo TODO, tanto que estoy al borde de sufrir una patología psicológica etiquetadora. Me gustan estas etiquetas porque al ser de plástico son muy resistentes y si en el fragor de la cocina ensucio un frasco y la etiqueta, se pueden lavar o limpiar con un limpiador de cocina.
No hago tortas y recetas de repostería muy seguido, pero cuando me dedico me gusta tener todos los ingredientes en casa en vez de salir a comprar algo que falta. Organicé un estante dedicado a tortas, budines y galletitas. Ahí puse en una lata los colorantes para tortas infantiles, esencias, chips de chocolate, cacao en polvo, otra lata con cortantes para galletitas y también frascos de yogurt Dahi para guardar grana o "sprinkles" de colores, crocantes, polvo de hornear, bicarbonato y otros productos. Me resultó muy útil tener todo junto cuando se me da por hacer una torta o un budín.
3- Repensar la ubicación de los pequeños electrodomésticos y productos afines
-Es muy útil organizar por proximidad las cosas que se usan siempre juntas. Ejemplo, suelo hacer té y café todos los días para el desayuno, entonces ubiqué la cafetera al lado de la pava eléctrica, ambas cerca de la canilla para ponerles agua, y las latas de té en hebras, los infusores, las cápsulas de café y demás afines al lado o cerca. Las tazas en la alacena más cercana, y la juguera en un estante cerquita. Todo lo que se usa para el desayuno o la merienda está en una misma esquina de la mesada, con los suministros a mano.
- En mi cocina también está el lavarropas, una irrupción que no me convence, pero bueno, es una cuestión de falta de espacio, así que resignación, y todo los productos de limpieza, jabones para la ropa, quitamanchas y demás juntos en una puertita, separados de los alimentos para que el perfume no contamine nada comestible.
- Cajones ordenados. Sólo tengo 4 cajones, así que organicé todo por uso. El primer cajón con cubiertos y las cuchillas, otro con más cubiertos y accesorios útiles como sacacorchos, ralladores, boluobjetos, etc. Otro cajón lo dediqué a bolsas para freezer, rollos de papel aluminio, papel adhesivo, clips para cerrar bolsas, etc, y él último cajón lo dejé para los repasadores, que ordené doblados a la mitad y en vez de apilar pongo en posición vertical, de tal forma que se ven como si fueran lomos de libros cuando uno abre el cajón. Este truco es una pavada y cualquiera que abra el cajón queda asombradísimo.
- Utensilios a mano. En la mesada y al lado de la cocina ubiqué espátulas, cucharas de madera, batidores, pinceles, cucharones, cucharas grandes y demás en un portautensilios de acero inoxidable grande.
4- ¿Qué más puedo hacer?
Se puede organizar más y más, cada uno elige lo que funciona en su caso y de acuerdo a su espacio disponible. Lo importante es la decisión de ser ordenado, encontrar un lugar para cada cosa y apegarse al plan. Una vez que le asignamos un lugar a algo, puede estar fuera de su lugar un rato, pero si en vez de dejar que se sumen las cosas fuera de su lugar, nos vamos tomamos un segundo para volver cada cosa a su hábitat, el orden prevalece. Es cuestión de tomarse un momento. Un buen consejo es pensar que si guardar lleva menos de 5 segundos es mejor hacerlo en ese momento en vez de dejarlo para después, en vez de dejar que el desorden nos atrape y llegue a un punto en el que sea imposible llegar al orden sin dedicarle varias horas. Un segundito cada tanto es mejor que pasar dos horas ordenando en un día específico. Seamos realistas, nadie prefiere pasar un sábado ordenando el caos acumulado de varios días. Un poquito de esfuerzo repartido todos los días hace que nunca más tengamos que ordenar.
5- Acá les dejo algunos enlaces para que vean fotos o impriman etiquetas























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