Dame un limón
- Constanza
- 28 abr 2016
- 4 Min. de lectura

A la hora de hacer las compras, todos tenemos ese ingrediente que compramos y que nos resulta infaltable. Para mi, no puede faltar en mi heladera el limón. Cada vez que voy a la verdulería de mis amigos Josefina y Dionisio, mi pedido siempre termina de la misma forma, "y dame un limón".
Es una fruta noble que sirve para todo, se puede usar con lo dulce y con lo salado, es saludable, y en el peor de los casos, si no se usó y está al borde de echarse a perder, siempre se puede saborizar una jarra de agua o un té, o probar ese famoso consejo que dice que hay que tomar agua con limón todas las mañanas para mantener la salud.
La acidez suma una nueva "capa" de sabor a los platos, para que no sean simplemente dulces o salados, resalta y da un toque fresco a los platos picositos. Si ponés limón podés usar menos sal, porque engaña el paladar y hace que la comida no sepa a "nada".
A mi me gusta el limón con:
Rúcula: el limón, aunque no parezca es dulce, y resalta, destaca y mejora el sabor de una ensalada de rúcula.
Repollitos de bruselas: olvidate del repollito hervido y triste. Cortá los repollitos crudos y lavados a la mitad, tiralos en una bandeja para horno con aceite de oliva, limón y condimentos a gusto (orégano, tomillo, ajo, pimienta, lo que tengas). La idea es que queden doraditos.
Pollo: un tanto obvio, pero a veces uno se olvida. Va bien con las milanesas, con el pollo al horno, y también como toque final en cualquier preparación una vez lista.
Pescado: otro uso que parece una obviedad. Acá hay dos usos muy diferentes.
Sin fuego: se puede preparar pescado solamente con limón, sin que el bicho pase por el calor del fuego. Los famosos cebiches o ceviches no son más que pescado con limón y condimentos varios. Para esto la calidad del pescado debe ser extraordinaria. Y que conste que el cebiche no es pescado crudo, sino pescado cocinado químicamente por la acidez del limón.
Con fuego: rociar los pescados con limón antes, durante o después de cocinar, según la forma de preparación. Receta express de pescado: en una olla baja con tapa colocar jugo de limón, vino blanco y caldo. Con cariño, poner el pescado salpimentado adentro de ese juguito y cocinar tapado a fuego bajo. Queda mitad hervido, mitad al vapor, y para terminar se pueden agregar alcaparras y una cucharadita de almidón de maiz para espesar. Si hay ánimo de hacerlo más completo al juguito se le pueden agregar cebollas en tiritas, pimientos, cebolla de verdeo, etc.
Rebozados: cualquier croqueta, milanesa, pescado a la romana o bicho que haya terminado empanado y frito o cocinado al horno queda bien con un chorrito de limón. Creo que la única excepción que haría a esta regla es la del queso rebozado.
Cerdo: el cerdo a la parrilla, a la sartén o al horno queda genial con un chorrito de limón. Un buen matambrito de cerdo dorado, limón, y listo. Panza feliz.
Salteados: un salteado oriental con pescado, cerdo, verduras queda muy rico con un toquecito del cítrico amarillo.
Pesto: el mundo gastronómico se divide entre los que le ponen o no le ponen un chorrito de limón al pesto. Mi enfoque: as you wish. Procesar albahaca, ajo, nueces (o piñones si andan con la billetera muy holgada), queso parmesano, aceite de oliva y limón (poquito, apenas unas gotas).
Palta: sin limón queda de un color muy poco apetitoso. Recomendable acá usar limoncito verde, de caipirinha o lima, como le quieran decir. Vale una fortuna, pero es mucho más sutil.
Humus: en la procesadora mezclar garbanzos, limón, tahine y condimentos (sal, pimienta, comino, mezcla oriental)
Empanadas: la próxima vez que comas empanadas de carne probá ponerle un chorrito de limón al relleno después del primer mordisco.
Sopas: probá ponerle un chorrito de limón al caldo de pollo justo antes de servir
Baño de azúcar: mezclá jugo de limón y azúcar impalpable para que quede espeso y bañá un budín, galletitas o tortas con este baño azucarado.
Postres y tortas: helado de limón, mousse de limón, lemon pie, galletitas de limón, budín de limón, barritas de limón, caramelos de limón. La variedad es infinita, ideal para los que no son amantes de los postres súperempalagosos.
Ralladura: la cáscara también se usa. Rallarla con un rallador finito y usarla para aromatizar tortas, galletitas o cualquier preparación dulce de pastelería. También sirve para darle un toque alimonado a las salsas con crema. El limón hace que la crema se corte, entonces la ralladura nos salva. Ideal para hacer una salsa con crema de leche, ralladura de limón y camarones o salmón ahumado (o salmón que haya quedado de otra comida). Con unos tallarines, cena resuelta en 10 minutos.
La ralladura queda muy rica también con los garbanzos procesados para hacer una veggie burguer.
ACLAREMOS: Que quede en claro que todo este tiempo se hizo referencia a la fruta fresca. Eso que venden en frasco en el supermercado con nombre de la diosa romana de la sabiduría, no sirve. Al ritmo de "Me matan, limón" de los redondos, tirá el frasquito y comprá un limón de verdad. Visitá tu verdulería amiga y decí como Mollo "Dame un limón".
Volvé a casa y ponete a cocinar con una playlist al tono:
- Lemon, U2
- The lemon song, Led Zeppelin
- Lemon tree, Oasis
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