Siete claves para elegir una receta
- La fundamentalista
- 27 ene 2016
- 3 Min. de lectura

Amaneció fresquito y me dieron ganas de hacer muffins para compartir con mis compañeros de trabajo. Empecé a buscar entre mis libros y elegí una receta de Narda Lepes, de su fantástico libro Comer y pasarla bien. Y se me ocurrió que quizás les sirva conocer lo que tengo en cuenta para elegir una receta y no otra. Las mejores recetas de cupcakes tienen entre sus ingredientes cantidades insalubres de manteca, ¡son una bomba! Los muffins de Narda no llevan manteca, son de aceite, y aunque el resultado es una masa un poco más "gomosa" son bastante más amigos de las arterias.
Hoy en día gracias a Google no hay que invertir mucho en libros de recetas. Hay miles disponibles con sólo escribir algunas palabras clave. La cuestión es cómo elegir la mejor entre las miles que nos aparecen como resultado de la búsqueda. A continuación, algunas ideas, sin ningún orden en particular y según me vienen a la mente.
1. Ingredientes disponibles: cuántos menos ingredientes tenga la receta, más fácil es tenerlos todos en casa y no tener que salir a deambular por dietéticas y negocios especializados buscando productos poco comunes.
2. Ingredientes sanos vs. ingredientes ricos: con manteca, panceta, azúcar y ciertos ingredientes "chanchos" cualquiera cocina rico.
Acá entra en juego si uno quiere hacer algo más light o si tiene ciertas limitaciones dietarias (vegetarianos, celíacos, veganos). Hay muffins con manteca o con aceite neutro, hay productos de panadería con harinas integrales o de harinas súper refinadas. Cada uno sabe qué prefiere comer, y también hay ocasión para todo. Para las tortas de cumpleaños o festejos, yo no dudo en usar manteca y harina 0000. Para un muffin que voy a comer a mitad de la semana, la manteca está "off limits" y si incluye avena o semillas mejor.
3. Formas de cocción: ¿prender el horno el verano? Negativo.
Cada época del año pide un tipo de comida y cocción. Las ensaladas para el verano, las sopas en invierno, el horno cuando no resulta un infierno prenderlo. Después de los 41 grados de sensación térmica que hizo el domingo, hoy parecía un día fresco.
4. Tiempo: receta rápida vs. receta de mil pasos
A veces, hacer mil millones de pasos vale la pena, otras uno quiere algo rápido. Mirar el tiempo de preparación que requiere la receta es fundamental.
5. Época del año: por más rica que sea la receta, si va a contramano de lo que se consigue, el ingrediente no va a ser el óptimo.
¿Ensalada griega en invierno? Horrible, los tomates van a ser blancos y duros, el pepino quizás ni se consiga.
¿Espárragos o alcauciles fuera de temporada? El resultado va a ser muy diferente a una receta hecha en primavera. Acá es fundamental buscar la receta de acuerdo a lo que se ofrece, y no a lo que se nos ocurra.
6. Cantidad de comensales: importantísimo no complicarse la vida con una receta delicada de mil pasos o que requiera preparación a último momento si los invitados a comer son más de 4.
Cuántos más comensales, más fácil tiene que ser la comida. O tiene que ser algo que se pueda hacer con anticipación y que se caliente a último momento. Acá sirven mucho los platos de olla como los guisos, los arroces, y las carnes al horno o a la parrilla. Si la cantidad de gente es mucha, es ideal lo que se pueda servir sin platos, como sándwiches para armar o picadas.
Las pastas caseras artesanales más vale dejarlas para cuando uno quiere agasajar a poquitos amigos o para una noche romántica. ;)
7. Cocineros de confianza: hay genios de la cocina en los que se puede confiar prácticamente con los ojos cerrados. Entre los que más confío a la hora de hacer sus recetas están Narda Lepes, Juliana López May, Jamie Oliver, Pablo Massey, Anna Olson, Osvaldo Gross, Sumito Estévez, y muchos otros. Cada uno se destaca en ciertos temas, y sus libros valen la pena la inversión.
Foto: librería dedicada a libros de cocina, en el mercado Reading Terminal Market de Filadelfia.
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